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'Santiaguina' del Rey

EL DISCURSO del Rey se emitirá este año en los cuatro idiomas cooficiales y podrá seguirse a través de YouTube. El canal 24 horas también lo ofrecerá con lenguaje de signos. Operadores navajos lo encriptarán para hacerlo circular por las bases secretas desde las que el capitalismo tiraniza el mundo. Por emitirse lo emite hasta la televisión vasca, no se sabe si con rombos. Espectacular para no entenderse nada o peor aún, para entenderse todo. No hay en España acontecimiento que tenga mayor alcance que el discurso del Rey, de tal manera que cualquier año la imagen del monarca se proyectará directamente sobre el cielo como la madre de Woody Allen cuando ella estaba, por fin, en todas partes. Esto a mí no me parece ni bueno ni malo, sino un ejemplo de que a veces el máximo interés de los medios de comunicación coincide, de forma milagrosa, con la última preocupación de los ciudadanos. El discurso del Rey hay que traducirlo primero del lenguaje institucional al de símbolos, luego al español rudimentario y finalmente a las claves internas de cada partido, que a ratos argumentan agarrándose a una preposición real. A veces el Rey dice una cosa que parece entender todo el mundo pero sólo lo ha entendido el PSOE, y otras veces de una frase que nadie entiende el PP presume de no haberla entendido mejor que nadie. Yo sugiero que la cobertura informativa del mensaje del Rey prosiga al terminar y se organice una suerte de Punto Pelota en el que se desmenucen los pasajes más polémicos y se repitan los planos cortos a cámara superlenta, a ver si resulta que el Rey, hábil, ha estado todos estos años dirigiéndose a nosotros mediante el lenguaje facial mientras nos despistaba con el teleprompter, y hay que reescribir la historia de España otra vez, como cada dos semanas.