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  • Arcadi Espada

Ecolatría

TWITTER ha dicho thewinner is. El primero, Barack Obama que escribió Fourmoreyears y consiguió que la evidencia fuera reenviada 817 mil veces. El segundo, Justin Bieber que dijo: RIP Avalanna I love you, refiriéndose a una admiradora de seis años que murió de cáncer: fue reenviado 224 mil veces. El tercero, con 98 mil reenvíos corresponde a un deportista americano, T.J. Lang: A la mierda NFL, siendo NFL la Liga Nacional de Fútbol. En la lista aún no ha entrado el Papa, que se estrenó ayer para decir Osbendigoatodos, con un gran éxito de crítica y público.

No me extenderé en las cuestiones asociadas a esta inteligencia colectiva, excepto en un caso: su coste. Como todo lo que alude a la industria digital, por ejemplo las cuentas de Google o la política de comunicación de Apple (basada en el rumor preilustrado antes que en la neta información democrática), no hay datos ciertos de lo que el parloteo supone en términos de gasto energético. Diversas estimaciones dan 0,02 g de CO2 por cada tuit. Una cifra inferior a lo que supone una búsqueda en Google (0,2 g), aunque una búsqueda parece algo más dictado por la necesidad que la ecolatría Fourmoreyears.

Le pedí al físico Ruiz de Elvira que me regalara unas analogías. Lo hizo con gran amabilidad: «El tuit de Obama se difundió a un ritmo de cincuenta mil por minuto. Cuarenta mil tuits equivalen a 1 kWh que es lo que gastan y emiten en CO2 10 bombillas de bajo consumo encendidas 7 horas, una lavadora 45 minutos, o un coche que recorra 15 kilómetros. Cien mil tuits equivalen a lo que consume diariamente un ser humano para poder vivir».

Sobre estas cantidades cada uno tendrá su opinión. Yo gasto mucho en queso. Ahora bien, las cantidades deben ponerse en contacto con la calidad del mensaje: la alimentación de ocho hombres, excluido el queso, para decir Fourmoreyears. Y, sobre todo, con la necesidad de reducir el ruido del mundo, nuestra primera tarea moral. Ninguno de los irreprochables sostenibles ha iniciado una campaña para un uso responsable de la red, como se exige un uso responsable del agua, de la basura o de la impresión de documentos: «¿Está usted seguro de la utilidad de retuitear por 758.567 vez Fourmoreyears?» Pero no hay misterio en la razón de semejante agujero de sostenibilidad. Internet ha roto todo vínculo entre el valor y su precio.