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El destape de Duran

MUCHOS elogios ha recibido el discurso de Rajoy en Barcelona y eso sólo se explica por la orfandad política que padece España. Lo he leído tres veces y no he encontrado una idea, un propósito que justifique el alborozo. Es una letanía de lugares comunes, atrozmente adjetivada y empedrada de loas regionales que ya eran viejas en tiempos de Cagancho. Le faltó glosar la belleza de las mujeres, la nobleza de los hombres y abrir los Juegos Florales. Ni una sola vez nombró a Artur Mas, pese a decir que estas elecciones son las más importantes que se han celebrado en Cataluña. Lo son porque se vota el apoyo o el rechazo al proyecto separatista de Mas, pero no atreverse a nombrarlo, traduce un miedo cerval a la ruptura, o sea, a Mas, y un pánico poco democrático a la discusión de lo que, quiera o no Rajoy, se discute: la ruptura de España. Y resulta más fácil defender la unión que la separación.

Pero no hay forma de que Rajoy baje a la realidad ni de apearle del viaje en globo por su ego: nadie me dice lo que debo pensar, lo que yo digo es lo que yo pienso, yo, yo, yo… y al final, nada. Porque, sinceramente, decir a estas alturas que hará que se cumpla la ley, cuando en Cataluña hace años que no se cumple y eso no ha impedido al PP apoyar los dos últimos presupuestos de Mas, resulta grotesco. No repite, menos mal, lo de Zapatero diciendo que aceptará lo que decida el Parlamento catalán pero es que hasta eso se ha quedado viejo. Mas plantea ahora un desafío total al Ejecutivo y al Legislativo, archivado el Judicial. ¿Cómo hará cumplir Rajoy las sentencias del Supremo sobre la escolarización en español? ¿Y cómo creerle, si su íntimo Fernández Díaz dijo hace pocos meses que en Cataluña no hay «problema lingüístico»?

El Gobierno y el PP deberían personificar en Mas y en el pérfido Duran Lleida la mentira, la traición, la insolidaridad, la corrupción y su proyecto de dictadura contra los catalanes que se sienten españoles. ¿Sueña Rajoy con volver al pasado, a «lo que quiere la gente», a la economía? Olvídese. Esto es político de cabo a rabo y nacional de principio a fin. Si no se atreve a nombrar a Mas, que la Brigada del Aplauso -Carmen, por favor- critique el destape separatista de Durán ayer. No es como insultar a Mayor Oreja, pero algo es algo.