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  • Arcadi Espada

Autodeterminación

RAÚL ARIAS

Querido J:

El pasado 19 de septiembre empecé a enviar a diversos personajes de la vida pública catalana las siguientes preguntas:

¿Quiere usted que Cataluña siga formando parte del Estado de España?

¿Defendería activa y públicamente su punto de vista si en algún momento Cataluña y el resto de España iniciaran un proceso de discusión de su vínculo constitucional?

El tipo corriente de las encuestas consiste en llamar a 800 por teléfono y luego decir que el 74% piensa esto o aquello. No digo que no pueda tener su utilidad. Pero el periodismo podría ser definido más bien como una encuesta del tipo cualitativo. Por lo que se responde, por lo que no se responde, por los que responden y por los que no responden. Todo ello tiene sentido. Estas fueron las personas que recibieron las preguntas:

Ferran Adrià, Isak Andic, José Antich, Josep Baselga, Luis Bassat, Ricardo Bofill, Josep Lluís Bonet, VICTORIA CAMPS, Ramón Condal, Josep Cuní, Custo Dalmau, Isidre Fainé, Eduard Fernández, Sergi Ferrer-Salat, Josep Maria Flotats, Manel Fuentes, Valentín Fuster, Pau Gasol, Joan Gaspart, Pere Gimferrer, Jorge Herralde, Jordi Labanda, Manuel Lao, José Manuel Lara, Lluís Martínez-Sistach, Judit Mascó, Eduardo Mendoza, Gemma Mengual, Justo Molinero, Josep Joan Moreso, Gemma Nierga, JOSEP OLIU, Antonio Ramírez, Juan B. Renart, Carlos Ruiz-Zafón, Jordi Savall y Joan Manuel Serrat.

Dieciséis personas (cuyo nombre está en cursiva) contestaron que no iban a contestar a las preguntas. Por ejemplo. El banquero Fainé: «No se va a pronunciar al respecto. Es que... No tiene costumbre». El escritor Zafón: «No quiere contestar ya que no responde jamás a preguntas políticas». El arquitecto Bofill: «Está viajando». El jugador Pau Gasol: «No tiene interés en contestar». La periodista Nierga: «Está muy centrada en el Hoy por hoy». Caso aparte y singular fue el del editor Lara. Dijo: «No le va a contestar. Es un tema muy delicado y no hace declaraciones sobre ese tema». Pero al cabo de dos días en el programa de Luis del Olmo dijo que se iría con su empresa a cuestas si se declaraba la independencia. Su secretaria explicó así la rareza. «Ya ves, hoy se ha puesto a hablar».

Al cierre de esta edición, 12 personas (con sus nombres subrayados) seguían pensándolo. Destacaba el editor Herralde, que incluso aprovechó la feria de Francfort, tan llena de ratos muertos, y volvió sin resolver. O el cantante Serrat: «No sé si va a contestar o no va a contestar, o qué». O el reverendo Sistach, que tiene prohibido mentir por ley.

Siete personas (que aparecen en negrita) dijeron que no sabían. Raro, con lo que saben.

Eduardo Mendoza: «Prefiero esperar antes de entrar en el debate, y no lo haría contestando a una encuesta».

Ferran Adrià: «Pienso sinceramente que para estas cuestiones necesito mucha más información, que estoy convencido que darán los políticos de Cataluña, España y Europa para poder hacer mi valoración personal».

Josep Joan Moreso: «Sólo las personas son fines. Los Estados son medios, instrumentos que han de servir para proteger los derechos de todos los ciudadanos y crear las condiciones para su bienestar. La única justificación de los Estados reside en la aconsejable división del trabajo para alcanzar estos objetivos. Por lo tanto, su pregunta no tiene una respuesta categórica. Está condicionada a cuál sea el modo, la permanencia en España o la secesión, que proteja mejor los derechos de todos los afectados, posibilite su bienestar y sea más respetuosa con la voluntad de todos libremente expresada. Defenderé activamente mi posición tratando de que contribuya a la generación de un espacio público de deliberación, en donde el lugar primordial lo ocupen las razones que se defienden con argumentos, y no los intereses, que a menudo se defienden con amenazas».

Josep Cuní: «Lo que yo quiero es que se actúe de manera escrupulosamente democrática, por tanto también transparente, por parte de unos y otros, porque cuando se construyen trincheras la primera víctima es la información. Y eso es lo que más me preocupa en este momento. Defendería la información intentado alejarme de la propaganda, cuestionándolo todo por principio y facilitando a la opinión pública todo tipo de reflexiones para aportar a la audiencia los elementos necesarios para contribuir a elegir lo más libremente posible. Disculpa si no me he atenido a tu requerimiento estricto, pero te aseguro que hoy por hoy es aquí donde estoy realmente».

Antonio Ramírez: «Para mí lo importante es que a la primera pregunta se pueda responder en un referéndum vinculante».

Pere Gimferrer: «La estructura constitucional contemplada, y que admite varias posibilidades distintas (federal, confederal, Commonwealth, etc.) determinaría, si llegara el caso, mi posición, a la vista de las propuestas concretas. Suponiendo que tal cosa ocurriera, no tendría por qué no pronunciarme en público, aunque hablamos sólo de una eventualidad. Yo ya leí en su día el epistolario Unamuno».

De las 37 personas, sólo dos supieron y contestaron (sus nombre, en versales). Es fascinante que las dos sean personas dadas a la especulación: una filósofa y un banquero.

Victoria Camps: «No soy separatista ni entiendo que las reivindicaciones de Cataluña tengan que llevar a pedir la independencia. Sentiría mucho que Cataluña dejara de formar parte de España. Defendería mi punto de vista. ¿Por qué no? Lo siento como una obligación ciudadana».

Josep Oliu: «Mi opinión personal es que sí. Mi posición como presidente del Banco Sabadell ha sido y será siempre no tomar posiciones políticas».

Yo no sé si los catalanes se han vuelto independentistas. Pero sospecho que su determinación continúa donde siempre.

Sigue con salud,

A.