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  • Manuel Jabois

Españoles por el mundo

EL GOBIERNO quiere empezar a pagar a los colegios privados de Baleares y Cataluña para que den clases en español. Se trata sin duda de una gran noticia: el momento de la Historia en que España empieza a costar dinero. En este sentido los logros del ministro Wert son asombrosos. Se ha decidido que donde no llega la ley llega la cartera, y que si uno no es español por desprotección jurídica pueda serlo subvencionado. El impacto es aún mayor si se compara con los nacionalismos, pues de este modo el Estado asume sus principios: a la patria con la paga del domingo. Éste es un acercamiento a posturas pragmáticas que certifican una realidad: empieza a no haber españoles para tanta España. El problema al que se enfrenta el Gobierno es que cada vez nacen menos niños españoles, y cuando los gobiernos anteriores miraban para otro lado si había apoyo parlamentario en Madrid, en los colegios de cada casa no se enseñaba una historia peor o mejor que otra, pero sí la suya. Una verdad arrinconada por la sintaxis y contextualizada entre oprobios, de tal manera que ser español era una asignatura obligatoria y no serlo una actividad extraescolar divertida y excitante, llena de aventuras. Ahora lo que quiere hacer el Gobierno es rescatar a España de sí misma y en lugar de apelar a razones legales se rasca el bolsillo, como un mafioso que empieza a mirar sin ternura a los caballos. Si quiere usted que sus hijos sean españoles le pagamos la tortilla y el idioma, pues queremos tenerlos en nómina, viene a decir el ministro. Y ante la justificación familiar de que ya están en nómina y dados de alta en la Seguridad Social, pero no reciben nada a cambio, lo mismo acaba el Gobierno pagando con fondos reservados su asentamiento en la meseta, dejando ellos atrás su vida y el Gobierno su país.