SI MAS hubiera fracasado como, por ejemplo, fracasó Zapatero, al que en sus últimos meses no admitían ni en los mítines rurales del PSOE, se habría ido a su casa y no sería candidato en las elecciones que ayer convocó. Aunque si la independencia no pudiera ser ruinosa y compleja, la dinastía de los Pujol no se privaría del placer de ver a Oriol Josué entrando en la Tierra Prometida por el SenyorYhavet al patriarca Jordi Moisés. Pero si Mas plantea la independencia como punto electoral básico, culpando a la aviesa España de la ruina de Cataluña, y con expectativas de victoria hasta por mayoría absoluta, me parece algo exagerado hablar de fracaso de Mas.
Aquí lo que ha fracasado es la España partitocrática y autonómica. En orden de responsabilidad, el mayor fracaso es el del PP de ese Rajoy que durante dos años ha apoyado los presupuestos ruinosos y separatistas de Mas, un Rajoy que sigue emperrado en que la economía es lo único importante, aunque no sepa qué hacer ni con la economía, ni con la política ni con ese Estado fracasado en el que Rajoy no quiere cambio alguno. Nunca perteneció Mariano a una familia política de la Derecha -hubiera sido comprometerse-, pero recuerda a los democristianos del PDP cuando decían: «Lo urgente es esperar». Y ahí está, esperando, mientras el Rey condecora a Bertone con el premio Godó, supongo que por sus servicios al separatismo liquidando la COPE, último bastión hostil al nacionalismo liberticida.
En orden de culpabilidad, el fracaso mayor es el del PSOE, que tras poner en marcha el proceso separatista con el Estatuto de Cataluña, echarse a la calle, con Montilla a la cabeza, para deslegitimar cualquier sentencia del Tribunal Constitucional e incumplir las sentencias del Supremo, ahora nos sale con que la solución es un Estado Federal. Será el Estat Federal Catalá si tiene a bien admitir en Puerto Rico a Puerto Pobre, ayer España y mañana Cebriaña. PSC y PSOE, con PRISA al aparato, siempre han defendido de hecho la soberanía del pueblo catalán frente a la soberanía del pueblo español, única fuente de legitimidad de cualquier legalidad desde nuestra primera constitución, la de 1812. Esa misma progrez que se ha cargado España defiende ahora ampliarla.
¡Y dicen que el fracasado es Mas!
>Vea el videoblog de Carlos Cuesta La escopeta nacional. Hoy: El desafío a la Constitución