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La esperanza de Aguirre

La visita secreta de los representantes de Las Vegas Sands a comienzos de agosto dejó a Esperanza Aguirre con el pálpito de que si Eurovegas se hace, se hará en Madrid. El viaje parece inclinar la balanza, porque hasta donde se sabe el equipo de Sheldon Adelson no se desplazó a Cataluña, como habían hecho hasta entonces. En la consejería catalana de Economía dicen que no les consta visita alguna este agosto. Pero en la capital fueron recibidos por Aguirre y por el consejero de Economía, Percival Manglano. La estancia fue tan discreta que ambos se niegan a confirmarla.

La decisión final, por lo que se sabe, no ha sido tomada. Un portavoz de Adelson aseguró el 23 de agosto que se anunciará en la primera quincena de septiembre. Pero durante la visita se trataron asuntos concretos -como si la decisión ya estuviera tomada- que fue lo que convenció a Aguirre de que Madrid será la favorecida. Por eso, cuando los periodistas le preguntaron ese mismo día si había alguna novedad, la presidenta cerró la boca y sonrió como cuando el gato Silvestre se comía al canario Piolín.

A la gente de Adelson le preocupa la especulación que se ha iniciado con los terrenos de Alcorcón, que sería el emplazamiento elegido por ser el más compacto. Valdecarros tiene el inconveniente de que el terreno está cortado por una autovía y Paracuellos porque, estando cerca de Barajas, no tiene buen acceso. En Alcorcón, se sabe que Metrovacesa y varias familias locales son dueñas de parte de las fincas. También se habla del Ministerio de Defensa.

A los norteamericanos no sólo les interesa el terreno donde se levantaría físicamente el complejo Eurovegas, sino lo que le circunda. Se trata de una lección aprendida con el proyecto Eurodisney, donde por no adquirir el terreno aledaño en un primer momento, Disney ha tenido que comprarlo más caro cuando lo ha necesitado más tarde o ver cómo las plusvalías se las quedaban otros más avispados que no invirtieron un euro. Saben que una vez anunciada la decisión va a ser muy difícil regatear.

Respecto a Barcelona, la oposición política al proyecto ha sido clave. Los directivos de Adelson quedaron muy impresionados por la carta del líder de ICV, Joan Herrera, quien les amenazó con revocarles cualquier ventaja legal que les diera la Generalitat si su partido volvía al poder.

El análisis de Las Vegas Sands es que Cataluña no ofrece estabilidad política, no sólo por la postura de la izquierda sino por la actitud reivindicativa de la Generalitat ante el Gobierno central, lo cual arroja la impresión de una institucionalidad inestable.

john.muller@elmundo.es