NOS CUENTAN QUE...

La crisis está produciendo efectos contundentes en el comportamiento de algunas autoridades políticas. Es el caso de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que ha puesto en práctica de forma tajante las órdenes de ahorro del ministerio de Hacienda. Cifuentes ha renunciado a contratar a la empresa de catering que se ocupaba hasta ahora de servir los almuerzos en la Delegación. El coste de casi 70 euros por comensal -comida, bebida, y dos camareros incluidos- resultaba, en estas circunstancia, demasiado alto. En lugar de eso, ella y su equipo - su jefa de gabinete Rosalía Gonzalo y su jefa de prensa Marisa González- se encargan directamente de comprar las viandas en una tienda de comida preparada y de poner la mesa. Y son ellas mismas las que sirven a sus invitados. Utilizan, eso sí, las magníficas vajilla y cristalería propiedad de Patrimonio Nacional