Los guardias civiles y los policías de toda España están bastante molestos con la orden que ha dado el Instituto Armado para que los efectivos que controlan las fronteras no vuelvan a disparar pelotas de goma contra los inmigrantes.
No es que defiendan en sí el uso de este material antidisturbios, sino que dicen no entender que los altos cargos tomen ahora esta decisión cuando durante años «se han ignorado» sus peticiones para que hubiera un protocolo de lucha contra la inmigración clandestina.
«Esta prohibición me parece una improvisación, dan órdenes a golpe de lo que va saliendo en la prensa... Las cosas hay que pensarlas un poco y no prohibirlas en caliente», señala Juan Antonio Delgado, secretario de Comunicación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
Delgado, que habla en nombre de la asociación con más representatividad del Instituto Armado, es partidario no de prohibir «sin más», sino de regular de forma clara que «se debe hacer un uso proporcionado»: «Es como el médico, que tiene el bisturí para casos concretos, pero no lo usa con el primero que llega diciendo que le duele la garganta».
«Llevo 22 años en la Guardia Civil y todavía no sé qué hacer. No había el mínimo consenso sobre si se lanzaban pelotas o no, sobre si se aplica la Ley de Extranjería o no... ¿Por qué no se recogen por escrito todas estas cuestiones?», pregunta.
EL MUNDO informó ayer de que la Guardia Civil ha dado una orden verbal limitando a los cartuchos de proyección los medios antidisturbios que se pueden usar para frenar la entrada de inmigrantes, tras los incidentes de Ceuta en los que perdieron la vida 15 personas y que han provocado una avalancha de críticas contra el Gobierno. El número dos de Interior, Francisco Martínez Vázquez, explicó ayer que los medios disuasorios se adaptan «a las necesidades de cada momento» y las «distintas formas de entrada».
«Que nos digan cómo se detiene a una masa que intenta cruzar la frontera», planteó a Servimedia José María Benito, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
Benito considera que esta instrucción «es una medida irracional». «Está mal que se lancen pelotas de goma a los inmigrantes que intentan acceder nadando a España, pero esto no puede derivar en la prohibición de estos materiales antidisturbios contra los que intentan derribar una valla», indica. Y recuerda que «más de 50 agentes» resultaron heridos el pasado año en intentos de entrada en Ceuta y Melilla.
¿El no uso de pelotas de goma podría generar un efecto llamada? «No me extrañaría ver a 5.000 inmigrantes tirar la valla y cruzar la frontera», opina el representante del sindicato mayoritario de la Policía.
Los guardias civiles también están desconcertados por el vídeo en el que dos de los suyos salen lanzando piedras contra algunos de los inmigrantes que entraron en Melilla el pasado lunes. «¿Así que se pueden lanzar piedras y no pelotas de goma?», ironizan. «Esto da una imagen lamentable de la Guardia Civil».