La violencia racista golpea Grecia

La brutal paliza a un chico afgano a manos de neonazis desata las alarmas en el país

«Enséñanos tu documentación». Esas fueron las últimas palabras que escuchó un joven afgano de 15 años torturado salvajemente en el centro de Atenas el pasado 6 de mayo. «Soy afgano», dijo el menor a sus tres corpulentos agresores. Acto seguido comenzó su martirio: uno de los hombres utilizó una botella de cerveza rota para cortar su cara. Hasta 30 puntos de sutura fueron necesarios para curar sus heridas. También le pegaron una golpiza brutal.

Habría sido un caso anónimo más de violencia racista en Grecia de no ser porque tanto el rotativo I Efimerida ton Syntakton como la ONG Médicos del Mundo decidieron publicar ayer imágenes mostrando las secuelas de la paliza escandalizando a la opinión pública helena.

En las duras instantáneas pueden observarse las terribles secuelas: «Es la primera vez que vemos a un niño tan pequeño siendo objeto de un acto tan bárbaro. Cuando llegó a nosotros estaba totalmente confuso. Le hemos llevado a un sitio seguro», explicó a EL MUNDO Nikitas Kanakis, jefe de Médicos del Mundo en Grecia. Esa organización se hizo cargo del caso al día siguiente del asalto.

El joven ha descrito a los torturadores como tres hombres ataviados con camisetas negras que tenían un escudo con dos ramas de laurel cruzadas y «un símbolo» en medio. El atuendo utilizado por los simpatizantes del partido neonazi Amanecer Dorado es parecido. La formación tiene 18 diputados en el Parlamento y ha sido acusada de espolear la violencia racista en Grecia. Han negado, sin embargo, haber tenido nada que ver y han denunciado «una nueva campaña de desprestigio».

La agresión se ha producido en un contexto de aumento de los crímenes racistas en Grecia. Las ONG del país detectaron hasta 154 ataques en 2012. Hasta 1,5 millones de inmigrantes con o sin papeles podrían vivir en el país. Una parte de la población les acusa de robar el trabajo a los helenos y estar detrás del aumento de la criminalidad.

El caso del joven afgano, custodiado ahora por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía helena. Según denunció Acnur, la policía intentó detener y deportar ayer al menor tras la interposición de la denuncia. El agredido es víctima del tráfico de personas: su madre está en Suiza y le dejaron atrás como garantía de pago a los traficantes. Su progenitora ya ha sido localizada y se lucha ahora por la reunificación familiar.

La comisaria europea de Interior, Cecilia Malstrom visitó ayer Atenas y se mostró «preocupada» por el incremento de la violencia xenófoba. Tanto Bruselas como la ONU han denunciado las golpizas contra los inmigrantes en el país. El Gobierno parece tomar conciencia del problema y va a introducir una ley contra la violencia racista.

Bruselas premió hace poco al país por sus avances en la gestión de la cuestión migratoria con hasta 86 millones de euros para seguir cuidando sus fronteras. Miles de inmigrantes siguen llegando aun así a Grecia para pasar a otros países europeos.