Rosas negras a Victoria Álvarez por Sant Jordi

Las halló sobre su coche, el sitio donde cada 23 de abril Pujol júnior le dejaba un ramo

Victoria Álvarez Martín, la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola y una de las principales testigos de cargo de las corruptelas del clan Pujol, encontró el pasado 23 de abril (festividad de Sant Jordi) un ramo de rosas negras sobre el capó de su coche con una nota amenazante: «Esto es lo que te espera».

Victoria Álvarez vive en la zona alta de Barcelona. Su chalé está al otro lado de la Ronda, en las faldas del Tibidabo, en un lugar aislado en el que el vecindario es tan escaso que normalmente brilla por su ausencia. Vamos, que no hay testigos incómodos para un ladrón o cualquier otro visitante indeseado. Allí fue precisamente donde el hereu del ex presidente autonómico se presentaba de madrugada aporreando la puerta para exigir verla después de que ella hubiera dado por finiquitada la relación.

El 23 de abril por la mañana, Victoria Álvarez Martín encontró en el parabrisas de su vehículo un ramo de rosas rojas con una nota escrita a ordenador con la siguiente leyenda: «No me puedo olvidar de ti». Hay que recordar que la tradición en Cataluña establece que ese día los novios regalan una rosa a sus novias y ellas les obsequian a ellos con un libro. La cuestión no hubiera tenido nada de anormal si no fuera porque durante años, cuando las cosas iban bien, el hijo mayor del ex presidente del Gobierno autonómico dejaba a Victoria Álvarez un ramo de rosas por Sant Jordi encima de su coche.

La interesada, que denunció malos tratos de Pujol Ferrusola, cogió el ramo de rosas y lo arrojó al contenedor que hay delante de su domicilio. Imaginó de quién provenía y optó, lógicamente, por deshacerse de él. No quiere un solo recuerdo de la persona que la lesionó física y psicológicamente y a la que vio llevar a cabo todo tipo de corruptelas.

Victoria Álvarez Martín no le prestó más importancia al asunto, se metió en su hogar y prosiguió con sus tareas –al ser consultora, muchos días trabaja desde casa–. La mayor sorpresa llegó cuando, en el ecuador de la tarde de ese mismo 23 de abril, salió y se topó con un nuevo ramo de rosas sobre el capó de su todoterreno. Pero esta vez no eran rojas, sino que habían sido pintadas de negro. Y nuevamente había adosada una nota con letra de ordenador. Fuentes policiales aseguran que el tarjetón iba acompañado de una amenazante inscripción: «Esto es lo que te espera».

Victoria Álvarez Martín decidió actuar de inmediato y puso los hechos en conocimiento de la Policía, que se ha hecho cargo de las pesquisas. La barcelonesa que durante casi un lustro fue novia del multimillonario hijo de Jordi Pujol cuenta en estos momentos con protección oficial. De hecho, la Policía ha instalado unas cámaras en el perímetro de su domicilio.

Hay que recordar que Victoria Álvarez Martín denunció a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) las prácticas corruptas del hombre que convivió con ella de 2006 a 2010. Relató cómo Jordi Pujol júnior traía maletas llenas de billetes de 500 euros de Andorra; cómo su madre, Marta Ferrusola, le daba instrucciones sobre cómo lavar el dinero, y cómo blanqueaba buena parte de estos fondos en islas del Canal de La Mancha (Jersey y Guernsey).

El Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es Pablo Ruz, se hizo cargo de las investigaciones. Hasta el momento ha descubierto que el hijo mayor del molt honorable movió 33 millones de euros en 13 países entre los años 2004 y 2012. Entre estas naciones se encuentran varios paraísos fiscales como Luxemburgo, Suiza, Islas Caimán, Uruguay y Liechtenstein.